Llevamos varios días escuchando hablar de los ERTEs y de las medidas económicas que las empresas están aplicando dada la situación de crisis mundial provocada por el COVID-19, pero no ha sido hasta hoy cuando estos temores se han confirmado haciendo su entrada en el mundo deportivo, produciéndose alguno de los primeros ERTE en el deporte.
Esta semana, el Ejecutivo de Pedro Sánchez aprobó el Real Decreto Ley 8/2020, de 17 de marzo, de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del COVID-19, mediante el cual se aprobaba la agilización del procedimiento de ERTE tratando de paliar el descenso de la demanda de servicios, productos o incluso el cese completo de la actividad empresarial debido a la restricción de movilidad impuesta por la declaración del estado de alarma.
El ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) está recogido en el artículo 47 del Estatuto de los Trabajadores, y es la herramienta que permite al empresario o empleador suspender el contrato de trabajo o reducir la jornada a sus trabajadores cuando concurran ciertas causas económicas, técnicas, organizativas, de producción o por causa derivada de fuerza mayor, mediante un procedimiento específico. El ERTE no es un “despido temporal” ya que no se extingue el vínculo laboral, sino que suspende de forma temporal el contrato del trabajador con la consiguiente reincorporación al puesto de trabajo una vez finalice la causa que provocó la presentación del expediente.
La noticia del día, sin duda alguna, ha sido la presentación de expedientes de regulación por parte de ciertos clubes. El Ademar León, equipo de la Liga Asobal, es el primer club de la máxima categoría del balonmano español que ha presentado un ERTE en el deporte provocado por la crisis del coronavirus, anunciando que rescinde de forma temporal el contrato de todos sus trabajadores, incluyendo todo la plantilla y cuerpo técnico; pero no es el único, el Cangas de Morrazo, también en la Liga Asobal y el B The Travel Brand Mallorca-Palma así como el Levitec Huesca, ambos conjuntos de la Liga LEB Oro de baloncesto preparan la presentación de ERTEs buscando la ‘‘viabilidad económica’’ de sus proyectos y a la espera de que la situación mejore.
Toda empresa o persona jurídica puede presentar un ERTE en las situaciones recogidas en Estatuto de los Trabajadores, por lo que los clubs y las Sociedades Anónimas Deportivas no están excluidas. Los expedientes de regulación temporal de empleo que han presentado los clubes mencionados anteriormente, son derivados de la situación provocada por el COVID-19 por ello y amparados por el Real Decreto 8/2020, de 17 de marzo, los trabajadores afectados no tienen derecho a indemnización por parte de la empresa, pero sí acceso a la prestación por desempleo (del 70% de la base reguladora durante los primeros seis meses y del 50% a partir de ese momento), incluso cuando no cumplan los requisitos generales exigidos para la misma en otras situaciones.
Tras la aplicación del ERTE en el deporte, el club no deberá abonar los salarios a sus trabajadores durante el tiempo que persista la situación, si bien se verá obligado a reincorporar a todos los empleados cuando esta remita; al tratarse de ERTEs motivados por ‘‘fuerza mayor’’, los clubes no tendrán que pagar la cotización a la Seguridad Social que les corresponde como parte empresarial. Los trabajadores no podrán reclamar indemnizaciones al club, pero tienen derecho a la prestación por desempleo y a reincorporarse a su puesto una vez concluya la situación que motivó el expediente.
Es importante reseñar que el ERTE en el deporte únicamente afectará a aquellos empleados y deportistas que estén dados de alta en el club y que perciban salario del mismo, quedando excluidos aquellos deportistas que, sin estar dados de alta en la Seguridad Social, reciban cierta cantidad en concepto de compensación de gastos, lo que trae a nuevamente a la actualidad el debate de profesionalización del deporte ya tratado en este blog.
Paula es graduada en Derecho por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. En la actualidad cursa la especialización en Derecho Deportivo de la Unión Europea y colabora en la organización de eventos deportivos internacionales.
Javier
Interesante, clarifica mucho este tema de actualidad.
MARTA
Muy interesante la publicación. Una vez más, se demuestra que los grandes olvidados del deporte donde el sacrificio, la constancia, su vida en general de cada uno de los jugadores, que felizmente elegido así por cada uno de ellos y ellas, queda en un segundo plano para que la dedicación al deporte sea plena y sin embargo, en situaciones como las que vivimos actualmente, ni siquiera tienen derechos a percibir una prestación.
Francisco J.
Buen artículo, me hubiese gustado que también incluyera más ejemplos de otros deportes que no tienen tanta capacidad como el fútbol, incluso de este deporte de equipos más humildes.