Muchas veces oímos que un jugador de un equipo no puede jugar cierto partido debido a que está cedido por el rival contra el que dicho equipo se enfrenta. Esto es lo que se conoce como la denominada “cláusula del miedo”, la cual encontramos en casos como el de Denis Cheryshev, jugador que el Real Madrid cedió al Villarreal y no pudo jugar contra su club de origen, o por ejemplo Lucas Vázquez, actualmente en el Real Madrid, pero que en su día estaba cedido al Espanyol y no pudo disputar el encuentro contra el Real Madrid vistiendo la camiseta perica.
El problema surge en el ámbito laboral, en donde está prohibido contratar trabajadores para cederlos por un periodo de tiempo a otra empresa. Esto en cambio, en el deporte, si que está permitido. De forma que un equipo puede prestar los servicios de un jugador suyo a otro equipo, siempre que el jugador en cuestión acepte de forma expresa.
Las “cláusulas miedo” las encontramos en los términos del contrato de cesión. Estas cláusulas lo que realmente hacen no es prohibir que un jugador perteneciente a un club juegue contra éste. Lo que realmente hacen es que ponen una cifra, al club que recibe al jugador cedido, a pagar si quieren que juegue el encuentro contra su club de origen. Pocos casos se han dado, ya que, normalmente estas cifras impuestas por el club de origen son de gran tamaño.
¿Posible vulneración de derechos?
Volviendo al tema laboral, mucha gente opina que se produce una vulneración de derechos fundamentales, ya que, en principio, la norma impuesta por la UEFA indica así: “Ningún club concertará un contrato que permita al/los club(es) contrario(s) y viceversa o a terceros, asumir una posición por la cual pueda influir en asuntos laborales y sobre transferencias relacionadas con la independencia, la política o la actuación de los equipos del club”.
El problema, respecto a esta norma, lo encontramos en que a los clubes les ampara lo que se conoce como la autonomía de la voluntad, la cual permite una libre libertad de pactos entre los contratantes.
No todos los clubes hacen uso de esta “cláusula del miedo”, ya que algunos, como por ejemplo el Chelsea frente al Atlético, ya hace tiempo, no le obligó a pagar los tres millones que se deberían pagar, simplemente dejó que su jugador cedido tomase parte en el encuentro, de forma que defendió la integridad de la competición.

Cabe destacar también que, aunque la FIFA se está planteando prohibir terminantemente dicha cláusula, la Premier League prohíbe de manera expresa por normativa, la participación de los jugadores cedidos contra su club de origen.
Por ello, por el tema de la integridad de la competición y por hacer de este deporte lo más libre posible, a la par que respetar los derechos laborales de los jugadores, la FIFA se está planteando, como ya hemos dicho antes, prohibir de forma tajante esta cláusula.
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