Hoy en día se habla mucho de la cuestión del dopaje en el deporte. Otro tema que está cogiendo mucha fuerza son los eSports. Aunque parezca difícil de creer los eSports tienen un reto muy grande respecto con el dopaje a la hora de controlarlo en las competiciones que se llevan a cabo. Esto puede sorprender a simple vista, pero, no solamente los deportistas que realizan actividades físicas pueden hacer uso de distintas sustancias químicas para obtener un mejor rendimiento competitivo.
Decimos que esto llama la atención porque en los eSports no de produce una movilidad o un esfuerzo físico en la realización de la actividad. Esto no quiere decir que no haya formas de adulterar la competición, de forma que se puede conseguir multiplicar el potencial de los diferentes jugadores profesionales.
Pero, como es lógico, nos preguntamos qué drogas aumentan el rendimiento y en que sentido lo hacen.
Sustancias prohibidas en los eSports
Existen diversas sustancias con la capaci
dad de acelerar la productividad de un jugador profesional de los eSports. Una de ellas es el “Adderall”, de esta sustancia es de la que mas constancia se tiene y contra la que más se combate. Esto viene de hace unos años cuando diferentes jugadores de Counter Strike, Call of Duty o Quake (juegos de disparos), reconocieron haber consumido la sustancia en cuestión para obtener un mayor rendimiento en sus resultados. Esta droga es un psicoestimulante que aumenta la concentración del jugador. Se trata de una “droga” legal bajo prescripción médica para pacientes que sufren de déficit de atención.
En los eSports es considerada una sustancia totalmente ilegal a la que se debe combatir. Desde hace años la ESL lucha para combatir esta sustancia y las similares.
Problemas de los controles antidopaje
Los controles antidoping en los eSports tienen varios problemas.
El primero de estos problema es que no hay suficiente personal médico cualificado especializado en los eSports. En los deportes tradicionales se cuenta con personal como doctores y profesionales de la sanidad, sin embargo, en estas competiciones electrónicas, aunque hacen falta especialistas capacitados para el estudio del Adderall, no se dispone de ellos. Además de para el estudio de cualquier otra sustancia química que sea capaz de acelerar el rendimiento del jugador de forma antinatural.
El segundo problema que se presenta, y el mas importante, es la falta de un organismo que pueda velar por los controles de dopaje en los eSports. Hoy por hoy no hay ninguna institución en los eSports que tenga la suficiente fuerza o potestad para poder ejercer esta función de regulación. El problema es que es una infraestructura para la que hace falta personal competente, además de los fondos pertinentes para poder establecerla.
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